Que los pinten de amarillo crema o del color clarito que prefieran, estos bloques, entre el Camino de Ronda y la calle Gonzalo Gallas, no tienen ninguna solución.
Y mira que se esfuerzan, que han montado un sistema supermoderno para llegar a lo mas alto: Un balcón en el que van los pintores, que se desliza por una guía vertical pegada a las fachadas de las casas.
Ni por esas, ni pintándolos de negro. No tienen ninguna solución.
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