Lo cierto es que cada vez que hoy oigo o leo las palabras “constructor inmobiliario” y “alcalde”, y en menor medida “empresario de obras públicas” y “consejero o responsable autonómico”, me llevo la mano al bolsillo con dos fines simultáneos: uno, comprobar que no me falta nada; el otro, no correr peligro de estrechársela, por un acto de educación reflejo, a quienes siento que me la mancharían. E insisto, no creo ser el único español con semejantes prevenciones o alergias
Aunque tengo que advertir al Sr Marias que los últimos campos de Golf aprobados en Atarfe y Albolote son 'logros' de corporaciones municipales del PSOE, que argumentan los mismas razones que él adjudica al PP. Tanto monta.....
Ya lo dice también él en el artículo:
Para llenar el país de cemento y ladrillo los constructores y los alcaldes –los del PP a la cabeza, pero los del PSOE se les distinguen poco en esto– no se paran en barras.
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